La crisis que ya arrastraba Venezuela antes de la pandemia empeora cada vez más y los niños y adolescentes sufren las consecuencias, con el aumento de la depresión, ansiedad y trastornos de la salud mental
Además de de las consecuencias del encierro, producto de la pandemia de coronavirus, los niños y adolescentes en Venezuela están cada vez más vulnerables.
“La situación de los niños adolescentes en Venezuela es compleja y los indicadores de desarrollo están muy comprometidos”. La afirmación la hicieron expertos en la materia entrevistados por la Voz de América.
Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, destaca que desde 2005 en el país no se han revelado datos oficiales sobre infancia en ningún área. Afirma que el contexto de violencia y los efectos de la COVID-19 están impactando negativamente a los venezolanos más jóvenes.
Trapani recordó un informe de Cecodap y el Observatorio Venezolano de Violencia que identificó más de 1.400 homicidios de niños, niñas y adolescentes durante 2019. Esto demuestra que “el panorama general de los niños está profundamente afectado”.
“La COVID-19 tiene una baja morbilidad en relación a los niños. Pero hay unos efectos colaterales que los afectan de forma determinante. Un aislamiento tan prolongado, el cierre de las escuelas”, destacó.
También resaltó que “la hiperinflación y la precariedad en los servicios públicos incrementan las tensiones familiares. Muchas veces se recurre a la violencia en el seno de la familia”, explica.
Trapani sostiene que los niños son víctimas de castigo físico, maltrato y abuso. Es una realidad detectada durante los últimos meses de pandemia.
“En el servicio de atención psicológica de Cecodap identificamos 29% de incremento en las solicitudes de atención para alteraciones del estado de ánimo. Hay cuadros depresivos, ansiedad y alteraciones en el sueño. Esto afecta la salud mental de los niños y adolescentes”, afirma el abogado.
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Niñas en peligro
Por su parte, Carolina Godoy, coordinadora de género de la ONG Cepaz, denunció la vulnerabilidad de las niñas, durante esta crisis. Dijo que se registra un aumento de casos de violencia contra las más jóvenes.
Lamentó que no haya estadísticas al respecto. “Aquello que no se visibiliza es imposible que sea objeto de concientización. Con estadísticas podríamos crear conciencia sobre que la violencia es una forma de discriminación de las niñas y las mujeres”, subraya Godoy.
La especialista insiste en que es necesario tomar ” medidas de mitigación de los riesgos que sean socialmente ajustadas a la condición del país”.
Consultada sobre si la situación que se vive en Venezuela podría propiciar una disminución de las oportunidades de las niñas a futuro, Godoy estima que el país “sí está inmerso en una posición que a futuro puede representar que se están disminuyendo las oportunidades de las niñas de hoy que son mujeres del mañana”.
“Si recordamos el dato sobre que más de la tercera parte de los niños y niñas no están adelantando actividades de corte académico, no están conectados con su actividad escolar desde sus hogares y sumamos que las niñas están soportando parte de la responsabilidad del cuidado dentro del hogar, estamos atornillando mayores riesgos de una deserción escolar para las niñas”, alerta.
Bárbara Cervantes, especialista de UNICEF en Venezuela sobre temas de Violencia Basada en Género, resalta que en las crisis, las diferencias y las desigualdades de género tienden a “exacerbarse” por lo que, a propósito del Día Internacional de la Niña, esa agencia especializada de la ONU inició una campaña denominada “No es broma, es violencia”, para visibilizar sus consecuencias.
“En el contexto actual del COVID-19 que ha traído confinamiento, el riesgo ha aumentado, sobre todo en casos de violencia basada en género y violencia intrafamiliar, que afecta de manera especial tanto a niñas, adolescentes y mujeres”, comenta Cervantes.
