A cambio de no volver a patear la mesa exige que cesen las investigaciones en la CPI y que “depositen” los recursos del fondo social de $3.000 millones
A la administración de Nicolás Maduro, definitivamente, se le abrieron las agallas, como diría la sabiduría popular.
Y es que este lunes, tanto Maduro como el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, anunciaron las nuevas condiciones para el retorno del oficialismo al diálogo con la oposición en México.
Se trata nada más y nada menos, por un lado, Maduro quiere que “se depositen” los 3.000 millones de dólares del fondo social creado, precisamente, a la sombra del diálogo, y que proviene de los activos de Venezuela retenidos en el exterior.
«Una vez lo depositen volvemos a México», dijo Maduro, en el marco de sus declaraciones acerca de la Cumbre Internacional sobre Venezuela que comienza este martes en Bogotá.
“Si no hay cumplimiento del Acuerdo de México olvídense de ese camino”, aseveró.
“Si alguien de ustedes quiere, aspira que las negociaciones políticas entre este sector (Plataforma Unitaria), y el gobierno vuelvan a México solo tienen que hacer algo en el comunicado oficial que ustedes aprueben ponga la exigencia que Estados Unidos deposite los 3.200 millones de dólares para el plan social firmado en México en noviembre”, añadió.
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Nada de investigaciones
Entre tanto, Rodríguez ratificó las peticiones del oficialismo para asistir al diálogo: “Levantamiento de todas las sanciones, devolución del oro, dinero retenido en bancos europeos y Citgo. Que se detenga investigación en EE.UU. y Corte Penal Internacional y la liberación de Alex Saab”.
