Josep Borrell insiste en que la misión que envió a Venezuela debía negociar condiciones para las elecciones, lo cual no logró. También rechazó las críticas en su contra, por tratar de negociar con Maduro, cuando la misma oposición le pidió que se reuniera con él
El canciller de la Unión Europea, Josep Borrell, se defiende de las acusaciones acerca de que negoció con Nicolás Maduro. Es más, no solo se defiende. Acusa a la comunidad internacional de no prestarle atención a la crisis humanitaria en Venezuela.
Tras la visita de los enviados especiales de la UE, aseguró que tal como están planteadas, las elecciones del 6 de diciembre empeorarán la situación de Venezuela.
“Eso es lo que me preocupa, la situación humanitaria en Venezuela. Es desesperada. Es la crisis humanitaria más grave que está viviendo un país. La comunidad internacional no le presta demasiada atención porque solo ve el aspecto político de la cuestión”, dijo en entrevista con La Voz de Galicia.
El alto funcionario insiste en que por esa razón “habría que intentar llegar a un diálogo político. Lo intentamos nosotros y los noruegos, pero sin resultados. Y desde luego, nosotros estamos en contra de las soluciones militares”, aseveró.
Sobre la visita de la misión especial y los resultados que obtuvo, dijo que “de momento, la cosa no va bien”.
Ratificó que el régimen “no quiere retrasar las elecciones. Está en su derecho. Pero en estas condiciones nosotros no podemos enviar una misión de observación electoral. Eso hará que las elecciones no se puedan organizar con un mínimo de parámetros democráticos. El país dará un paso más hacia la desinstitucionalización. Va a ser más difícil buscar una salida democrática a la crisis”, afirmó.
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Por otra parte, Borrell aseguró que se reunió con Maduro porque la oposición se lo pidió. “Por encargo de la oposición, llevo desde el mes de julio en contacto con el Gobierno de Maduro”, dijo. Esto “para ver si son posibles unas condiciones que permitan la participación de la oposición, lo que sería bueno. No hubo acuerdo”, aseveró.
Relató que “Maduro pidió que se enviara una misión de observación electoral. Le dijimos que para hacer eso necesitábamos cinco meses de trabajo previo. Además de constatar que se daban condiciones aceptables, que no era el caso. Negociamos, y en un momento dado creí que era oportuno enviar unos expertos para seguir haciendo lo que hacíamos en directo. No entiendo la crítica que ha generado el Partido Popular. No hay ninguna razón, salvo la de armar ruido y atacar al Gobierno español”.
