El programa de televisión colombiano, Testigo Directo, realizó una investigación al negocio del amor y del placer (los moteles), que en tiempos de pandemia deberían estar cerrados
Durante 15 días realizaron un trabajo de campo para demostrar qué tanto cumplen los moteles con la norma de bioseguridad y evitar los contagios de parejas por COVID-19.
Haciendo uso de cámaras ocultas lograron evidenciar cómo algunos amoblados adecuaron sus instalaciones para ofrecer clandestinamente un rato de pasión; asimismo, comprobaron que parejas sentimentales desafían a las autoridades en esta época de confinamiento por la pandemia. Los hallazgos fueron sorprendentes como repugnantes…
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En esta historia del periodista Kevin Pinzón, conocerá cómo están operando estos establecimientos que han tomado la decisión de seguir laborando a pesar que es ilegal y aumenta el posible contagio, sin contar las multas millonarias que pueden generar.
También sabrá cuánto cobran, cómo operan los famosos “jaladores” quienes de manera incógnita promocionan el servicio para conseguir usuarios a las afueras de los moteles.
En Colombia se calcula que existen alrededor de 2 mil moteles ¿cuántos de ellos habrán cerrado sus puertas realmente? ¿los que siguen funcionando aplican las normas de bioseguridad?
Es importante aclarar que no todos los moteles están operando ilegalmente y este es un gremio muy afacetado del que dependen unas 30 mil familias en Colombia.