Ya lo había advertido la Sociedad Venezolana de Infectología, quien reportó siete casos de fiebre amarilla. La OMS tomó al toro por los cachos y confirmó la existencia de ese brote, por lo que recomiendo tomar las medidas para vacunar a quienes no estén inmunizados
La Organización Mundial de la Salud (OMS) comunicó este jueves de un brote de fiebre amarilla en Venezuela.
Son siete casos que quedaron confirmados mediante pruebas de laboratorio a finales de septiembre.
Seis de los afectados son personas que no estaban vacunadas contra esta enfermedad endémica en éste y otros países de Suramérica, reseñó EFE.
Monagas el lugar del brote
El pasado 8 de octubre, la Sociedad Venezolana de Infectología presentó un informe sobre los casos de fiebre amarilla en el país.
“Del total de casos confirmados (7), el 1er caso corresponde a adolescente de 16 años con antecedente vacunal que sufrió aborto al momento de su detección”.
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“De los otros 6 casos, 5 son hombres con un rango de edad entre los 24 y 82 años, todos sin antecedente vacunal”.
Reportó que el lugar probable de infección de todos los casos confirmados fue Carapal, Parroquia Rural del Sur del municipio Maturín.
Asimismo, destacó que no hay reportes de fallecidos.
Aumentar la vacunación
La OMS dijo que lo más urgente ahora es aumentar la cobertura de vacunación entre la población, particularmente de la que vive en zonas amazónicas y que están expuestas a dos mosquitos que trasmiten la enfermedad en áreas forestales (Haemagogus y Sabethes).
Asimismo, recomendó que se aumente la vacunación entre indígenas, inmigrantes y personas vulnerables que viven en áreas urbanas densamente pobladas, donde están expuestos al mosquito Aedes agyepti, activo en ciudades.
Al respecto, el médico infectólogo Julio Castro, quien aseguró que la vacuna aplicada para esa enfermedad en Venezuela es una de las “más seguras y efectivas”.
En su cuenta en Twitter, Castro enfatizó que esta vacuna “no necesita refuerzo, su inmunidad es de por vida”
“La vacuna de fiebre amarilla que se usa globalmente hace varias décadas es una de las más seguras y efectivas”, escribió en Twitter.
Explicó que «por ser a virus vivo atenuado no debe ser usado en inmunodeprimidos severos».
