La defensa de Alex Saab realizó todas las jugadas para evitar extradición del empresario a Estados Unidos
El Tribunal de Apelaciones de Barlavento autorizó este jueves que el empresario colombiano Alex Saab, sea puesto en arresto domiciliario en la isla de Cabo Verde.
La agencia de noticias informó que pudo tener acceso a una sentencia judicial sobre el caso del presunto testaferro de Nicolás Maduro.
“Las órdenes de liberación inmediata se producirán tras la presentación de una vivienda adecuada avalada por las autoridades penales” dice el documento.
Aparentemente deberá permanecer en todo momento mientras continúa el proceso de extradición en curso.
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Esta decisión se produce semanas después de que este mismo tribunal denegara el 15 de diciembre el traslado de Saab a prisión domiciliaria.
Además, el 5 de enero dieron luz verde a su extradición.
Caso Saab
Ya el 30 de noviembre, el Tribunal de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), bloque regional al que pertenece Cabo Verde, dictaminó un cambio en el régimen de encarcelamiento del acusado.
Para que pudiese tener acceso a su familia, abogados y doctores dados sus supuestos problemas de salud.
Según la defensa de Saab, el estado de salud de su cliente es “débil” por una “condición de cáncer existente”.
Hasta el momento no se han ofrecido mayores detalles de su salud.
Saab, que cumplió 49 años el 21 de diciembre, mantuvo siempre una imagen discreta hasta que en 2017 comenzó a aparecer en la prensa.
Es acusado por la exfiscal venezolana Luisa Ortega de ser uno de los testaferros de Maduro.
Quién es Alex Saab
El empresario colombiano, nacido en Barranquilla y de origen libanés, está relacionado con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de tapar los sobrecostes de un programa de ayuda para alimentos del Gobierno de Maduro, conocido como CLAP.
Un funcionario del Gobierno estadounidense indicó en julio de 2019 que con los CLAP el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron, al parecer, con “cientos de millones de dólares”.
Según Estados Unidos, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015 Saab y su socio Álvaro Enrique Pulido se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.
