Fue reconocido como galán y rey de las telenovelas, pero la polémica lo ha rodeado más que la fama
Fernando Carrillo no empezó desde niño en el mundo artístico. Tampoco salió de las filas de ningún concurso de belleza masculina, aunque le sobraban condiciones. Solo audicionó para un papel y estuvo manejado por un mánager muy habilidoso, su padre, Nery.
A los 20 años le consiguió un papel en la telenovela La Dama de Rosa, de Radio Caracas Televisión, una producción muy accidentada, de la cual el protagonista renunció, varios actores del elenco lo secundaron y la llegada de Carlos Mata para el papel principal no tuvo la acogida que se esperaba.
En ese torbellino, Carrillo hizo su debut. Se mantuvo haciendo telenovelas hasta que dos años después, en 1988, le dieron la oportunidad de protagonizar Abigaíl, junto a quien se convertiría en su esposa, Catherine Fullop.
En un fin de semana los jóvenes grabaron los primeros capítulos. Otra tormenta sacudió el estudio donde iba a hacerse en Rctv, y los jóvenes tuvieron que sacar la cara por el canal. El éxito no se hizo esperar. Nery Carrillo movió las piezas como debía e incluyó en el proyecto a su hijo menor, Manuel, quien no volvió a hacer nada más en el medio artístico.
La pareja terminó en el altar y viviendo en España. Allá, ambos hicieron pruebas en la televisión, llevándose Fullop la mejor parte.
Durante los cuatro años que estuvieron casado, los Carrillo-Fullop no tuvieron hijos. A su regreso a Venezuela, se dejaban ver muy enamorados y unidos. Sin embargo, tras cuatro años de matrimonio, en 1994, la pareja se separó.
Estaban en Argentina. Él haciendo Cara bonita, una telenovela, y ella probando suerte en programas de variedades y dramáticos. Al poco tiempo de anunciar su separación, Catherine se quedó y se enamoró de Oswaldo Sabatini, con quien tiene dos hijas.
Carrillo fue a parar a México donde hizo varias telenovelas. Entre ellas, Rosalinda, junto Thalía, en 1999, una producción en la que se dijo que entre ambos hubo chispa. Lo cierto es que la producción es una de las más exitosas de Televisa, ya que fue vista por más de 36 millones de personas y exportada a varios países.
Problemas no me dejen
Después de este trabajo, Carrillo no las tuvo todas consigo. Comenzaron las polémicas a su alrededor. Se anunciaron más telenovelas y no se dieron. En los foros de Televisa no era muy bien visto. Calificaban su comportamiento como errático e irresponsable. Él negaba todo.
“Apoyé a Chávez y sufro las consecuencias porque algunos venezolanos todavía lo recuerdan”
Fernando Carrillo en una entrevista
Hace tres años, la recepcionista de un hotel en Miami lo demandó por acoso sexual, lo cual provocó que lo arrestaran y que su visa americana se viera afectada. Después, estuvo en argentina en un reality de baile y también allá lo acusaron de lo mismo. Él volvió a negar todo.
Así pasó el tiempo hasta que en plena cadena presidencial con Hugo Chávez, Carrillo no solo le dio su apoyo, sino que confesó en cámara que se había sometido a un proceso de desentoxicación por su adicción a las drogas.
Muchos pensaron que eso haría que el llamado en un momento “El rey de las telenovelas” volvería a Venezuela, pero no fue así. Tiempo después declararía que ese apoyo fue un error. “Apoyé a Chávez y sufro las consecuencias porque algunos venezolanos todavía lo recuerdan. Estoy afuera no por política sino por mi carrera y tengo muchas ganas de regresar”, dijo en una oportunidad a El Nacional.
Se creyó que eso ocurriría, entonces, cuando declaró en el programa de televisión que la hoy vicepresidenta, Delcy Rodríguez, era el amor de su vida. Un episodio recordado hace poco por la periodista Carla Angola a la que Carrillo respondió:
Entre otras cosas, el actor reconoció que efectivamente “la quise mucho” pero que esa relación, “al igual que todas mis exparejas” lo ayudaron a avanzar y a ser quien es hoy.
¿Quién es hoy?
En 2018, Carrillo hizo su último trabajo en Sin miedo a la verdad. A las pocas semanas emitió un comunicado en el que anunció que se retiraba de la actuación, porque lo habían nombrado CEO de México y América Latina de la compañía de criptomonedas Fight To Fame. “Esta compañía emite la criptomoneda llamada FF Token, la moneda competencia directa de Bitcoin, la más popular y poderosa del mundo. Con este nuevo cargo, Fernando tiene que estar de tiempo completo dedicado a organizar el lanzamiento continental y estar constantemente viajando para supervisar la criptomoneda en todos los países que tendrá a su cargo”.
Sin embargo, no se supo más de ese proyecto. Sorprendió a mediados de 2019 cuando dijo que había adquirido un complejo turístico en Tulum, la polémica ciudad de las fiestas electrónicas de México, por el cual ha recibido no pocas críticas.
El santuario Bufo Alvarius, que regenta en compañía de un socio, es una suerte de hotel, donde, con la ayuda de un chamán, según ellos se curan los males con la que está considerada, por sus propiedades alucinógenas, como la droga más potente del mundo la DMT, que se extrae de las glándulas de un sapo particular, oriundo del desierto mexicano, y que lleva el nombre del santuario.
Hijo del padre
En 2000, Fernando Carrillo se convirtió al cristianismo. En una entrevista con Infobae, aseguró que esa decisión la tomó luego de una revelación en un valet parking de un hotel de Miami. “Un señor de nombre Luis me preguntó cómo estaba mi espiritualidad. Ahí empezó todo”, dijo a la publicación.
Sin embargo, así como en ese momento se declaró hijo del Señor, muchos son los señalamientos que tiene, según Margiolis Ramos, la madre de su único hijo, Ángel Gabriel. Ella lo tiene demandado en tribunales de Estados Unidos (vive en Miami) al punto de que Carrillo no puede entrar a ese país, porque inmediatamente terminaría en la cárcel.
Por eso, en septiembre del año pasado, en un programa de televisión en México dijo que renunciaba a ver a su hijo y a tener cualquier contacto, a fin de que se acabaran las controversias.
Y esas han ha sido, por lo visto, el denominador común en casi todas sus relaciones sentimentales. No obstante, Carrillo, a sus 54 años, cumplidos el 6 de enero de este año, consiguió su amor verdadero: María Gabriela, una joven 30 años menor que él, con quien se comprometió.
Dirá Fernando que para su edad, aún le hace honor al apodo de galán que se ganó cuando con su rostro y porte rompía corazones por los pasillos de Rctv. El cuerpo sigue siendo el mismo, aunque tatuado.