Hace más de dos décadas, Azabache decidió exiliarse en el país en el que terminó una gira. Hoy es coach y sigue dando “la batalla de las ideas”
Gladys Chirinos comenzó con la vena artística desde muy pequeña. Como muchas niñas venezolanas, desde que inició la escolaridad no solo se dedicó a aprender lo básico, sino que también hizo ballet, música y actuación. Ya en sus casi dos décadas de vida el mundo artístico la conoció como Azabache.
Y fue por su aspecto atlético, cuerpo perfecto en plena época del auge de los ejercicios aeróbicos, que la joven combinó esos conocimientos de danza y música para presentar su proyecto artístico.
Sonográfica fue la compañía que apostó por ella en pleno apogeo de la generación del post viernes negro; la cual marcó una dura etapa económica para el país, pero también la mejor para la música hecha en Venezuela.
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A la par que se aventuraba como cantante, Azabache también hacía lo propio como actriz. Más de diez producciones, entre series y telenovelas, forman parte de su hoja de vida, destancando, entre otras, Amor de Papel, Peligrosa, Mundo de fieras y Adorable Mónica.
Sin embargo, fue sobre los escenarios donde hizo la carrera que la llevaría a consolidarse como artista. No solo en Venezuela se conoció como “La reina del aerobics”, sino que con su show visitó países como Colombia, República Dominicana y Argentina.
En el último país de los mencionados reside desde hace más de veinte años junto a su esposo y madre. en su momento, la artista decidió exiliarse. Esto, luego de denunciar que, por su negativa de apoyar a Hugo Chávez en su candidatura presidencial de 1998, cuando este llegó a Miraflores le cerró la posibilidad de seguir trabajando en el país.
Desde ese momento, se convirtió en una férrea crítica del gobierno venezolano. Ideas que ha trascendido a las radios y a su canal de YouTube con el programa Azabache online, donde entrevista a voces la disidencia nacional.